Relato El mensaje de la sanadora

Dicen que en una antigua y pequeña ciudad de Centroamérica nació una niña que desde muy pequeña con solo colocar sus manos sobre las personas las sanaba de las enfermedades; también era muy apreciada su capacidad para hacer sonreír, aún a personas apenadas, su mirada transmitía paz y su dulce carácter iluminaba los Espíritus. Cuándo fue creciendo siendo ya una adolescente se la veía danzar con los Maestros chamanes;  en su baile en plena naturaleza imitaba el vuelo de los pájaros, sus brazos elevaban y bajaban con un ritmo único, era una danza que cualquier persona que la veía se daba cuenta que alcanzaba niveles místicos y deslumbrantes,hasta el viento parecía detenerse para dejarla desarrollar en plena armonía aquel ejercicio. 

Con el paso del tiempo su fama se fue extendiendo por otros parajes y comarcas. 

Muchos la admiraban y cuando necesitaban recurrir a su bondad infinita o a una sanación venían a su humilde casa afuera de la ciudad y siempre recibían lo que venían a buscar. 

Un día a los 33 años se la vio por última vez caminando tomada de la mano de un hombre que según cuenta la mitología era Jesucristo cuando visitó las Américas. 

Mucho tiempo la buscaron por todos los lugares donde ella solía andar, pero nunca más se la vio. 

Hace un tiempo pasó por esa ciudad un mensajero y pregunto por el sabio más reconocido de aquella ciudad y todos señalaron a Jared, un sacerdote del dios eterno y le entregó este mensajero un papiro con el mensaje escrito por la sanadora que durante mucho tiempo había sido conservado en forma esotérica hasta que se cumplió el tiempo necesario para que conozca la luz. 

En parte de aquel papiro decía- El Humano tiene inmensa fortaleza y un gran intelecto, pero debe despojarse de la ambición desmedida, e iluminar su conocimiento con la única verdad qué nos debe unir a todos, saber que somos hijos de Dios; dándonos cuenta de nuestra pequeñez, observando que para el universo solo significamos una pequeña partícula de energia, pero reconociendo que somos en el plan divino importantes, porque fuimos creados por el amor de Dios. 

Debemos vivir más amorosamente y compartir con los demás, porque quién lo haga jamás habitara en camino de sombras. 

Y será feliz con solo saber que es parte de la luz del mundo, la que rescató al ser humano mediante su amor y su perdón.

 

Nestor Salgado