Dice un viejo cuento de Omar Salgado que la constancia y el amor propio caminaban por un sendero lleno de espinas, de rocas formando un sendero serpenteante en plena subida de montaña cuando el amor propio dijo- "Hasta acá llegué, me estoy lastimando las piernas con las espinas, estoy cansado, el camino cada vez es más difícil voy a abandonar; creo que fue un error y mal cálculo venir por acá" _Estás seguro de lo que estás diciendo preguntó la constancia? -si lo estoy, afirmó el amor propio y dando media vuelta emprendió el retorno.En cambio la constancia mirando hacia adelante le dijo, seguiré adelante, y alcanzaré el sueño que ambos teníamos cuando partimos, y que estás abandonando. Un poco después la constancia llegó al lugar que habían soñado, y el amor propio se quedó resignado sin alcanzar la meta.
Ninguno de nuestros sueños será posible si el amor propio y a la autoestima no la acompañamos con nuestra decisión.
Néctor Salgado
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